jueves, agosto 21, 2008

Malevič, Kazimir

Cuadrado blanco sobre fondo blanco. Museo de Arte Moderno de Nueva York

"I have broken the blue boundary of colour limits.
I have emerged into white. Beside me, comrade pilots, swim in this infinity. I have established the semaphore of Suprematism. Swim ! The free white sea, infinity, lies before you."
(Kazimir Malevič)

Blanco se refiere a muchas cosas. A la nada por ejemplo. Tener la mente, un lienzo o una página en blanco : un vacío que espera ser llenado. El espacio entre líneas de un texto se denomina blanco, quizá porque es ahí donde el lector configura su propia red de significados ; es en el interlineado, en su “lectura entre renglones” en donde está realizando el auténtico proceso interpretativo...

Premisa antes de seguir: la fuente de este post està aqui.
Seria demasiado complicado explicar las conexiones gracias a las que he llegado a conocer este artista y sus teorias. Os dejo a la lectura. Entre las lineas hay de todo.

Con la obra y teorias del pintor ruso Kazimir Malevi
č, surge en Rusia el suprematismo, vanguardia rusa derivada del cubofuturismo y contemporánea al expresionismo abstracto de Kandinsky. Se puede entender como el extremo de las corrientes abstractas pues buscaba la “supremacía absoluta de la sensibilidad pura en las artes figurativas” . En suma, Malevich abandonó la figuración para postular un arte basado en la sensibilidad plástica por encima del descriptivísimo naturalista y libre de todo fin social o materialista.

El postulado de Malevich aboga por la economía en los recursos pictóricos, es decir, por una vuelta a lo esencial : la sensibilidad plástica pura. En suma, está rompiendo cualquier nexo con el mundo de los objetos y la pintura figurativa. La quinta dimensión es la mayor herencia de Malevich al mundo del arte y en concreto a los minimalistas.

Las composiciones de cuadrados monocromáticos de Malevich fueron acusadas de estar vacías y, por lo tanto, los críticos las tomaron como una ofensa, en el mejor de los casos, como una burla. Sin embargo, como se verá, no son vacíos sino que están llenos de su vacuidad. Son un momento expectante. Son y no son al mismo tiempo. Están llenos y vacíos.

Público y crítica paragonaron sus cuadros a la sensacion de estar en un desierto, pero lo que en ese momento escapó al público y a la crítica es que en realidad los cuadros de Malevich son los protagonistas de una búsqueda mística de la emoción pura. Es interesante que el público se expresará con la palabra “desierto” o que Malevich la eligiera para referirse a la reacción del público. En lo sucesivo, el pintor empleará esta descripción a su favor y la acogerá para explicar esta búsqueda. La sola mención de “desierto” tiene una connotación de búsqueda mística. Es común en la historia de las religiones que profetas y elegidos busquen en la soledad y el “vacío” del desierto las señales de la divinidad.

¿Por qué un cuadrado ? Según Malevich, el cuadrado era la forma básica y “omnipotente” porque no se encontraba dentro de la naturaleza, por lo tanto su origen era de otra índole, lo que lo convertía en la figura perfecta.

Es muy probable que Malevich tuviera influencia, como muchos de sus contemporáneos, de la teosofía oriental, en concreto de la mística veda en donde se plantea una sola divinidad con cuatro manifestaciones, como los lados de un cuadrado, Brama, el creador, Vishnú, el protector, Shiva, la destrucción y la regeneración y Bhavani, la naturaleza creadora. Lo cual, traducido al Cristianismo ―religión que profesaba el pintor― podría identificarse de la siguiente forma : el Padre, el Hijo, el Espíritu Santo y la cara oscura del rebelde : Satanás. De esta forma el triángulo adquiere una arista más y se convierte en cuadrado. Este conjunto plantea, entonces, la convivencia de luz y sombra, en el que los opuestos participan de la misma entidad divina. El cuadrado representa, en este caso, el equilibrio y la dualidad, una divinidad que crea y destruye.

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